- El Surtidor del Panadero
- 15 may 2020
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BOLILLO EN LA MESA DEL MEXICANO
Su origen se remonta a la llegada del trigo a América. Probablemente el principal antecedente de la panadería con trigo en México sea el pambaxo, (de donde también nació el actual pambazo). Ésta pieza era apreciada entre la clase baja, debido a que su precio era muy accesible. Conforme el tiempo fue transcurriendo, la panadería mestiza desarrolló más formas, sabores y presentaciones de pan con valor cotidiano y festivo.
“Pásenme un bolillo para el susto”… o para el recreo, el antojo, la comida, cena o cualquier ocasión. Los bolillos son muy usados en nuestra gastronomía popular. Solo o acompañado, el bolillo es un elemento casi omnipresente en las mesas de las familias mexicanas. Seguramente lo conoces o lo has visto: la mayoría (por no decir todas) de las panaderías los vende, incluso en diferentes tamaños.
Probablemente el principal antecedente de la panadería con trigo en México sea el pambaxo, (de donde también nació el actual pambazo). Ésta pieza era apreciada entre la clase baja, debido a que su precio era muy accesible. Conforme el tiempo fue transcurriendo, la panadería mestiza desarrolló más formas, sabores y presentaciones de pan con valor cotidiano y festivo.

Sin embargo, un momento clave en la historia de la panadería mexicana fue el Porfiriato, cuando la cultura francesa influyó en la vida y la cocina. Si prestas atención al bolillo, notarás que este pan salado de trigo tiene una costra crujiente externa que resguarda un esponjoso y suave interior, similar a la textura de los panes de origen francés, aunque tropicalizado a nuestro país. De hecho el procedimiento adecuado para realizar un bolillo es usando masa madre, una técnica francesa.
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